“Luchaba por la autodeterminación y denunciaba el acoso sexual en Hollywood,décadas antes de la era #MeToo”.
Autodeterminada, “body positive” y “woke”. Estos adjetivos no eran de uso común en el Hollywood de los años 50 cuando triunfaba la actriz Marilyn Monroe. Sin embargo, siendo etiquetada más a menudo como “bomba rubia” o “símbolo sexual” en lugar de “pensadora de vanguardia” o incluso “feminista”, ella se opuso a algunas de las normas sociales de mediados del siglo XX.
El primero de junio, Monroe habría cumplido 95 años si no hubiera sucumbido a una sobredosis de barbitúricos hace 59 años.
Más allá del carácter bidimensional
Como su madre tenía problemas de salud mental y se desconocía la identidad de su padre, la niña nacida como Norma Jeane Mortenson creció en hogares de acogida, donde sufrió abusos sexuales. La problemática vida privada de Marilyn Monroe se ha analizado a fondo a lo largo de las décadas: objetivación, matrimonios fallidos, abortos, abuso de drogas y rumores de relaciones con los peces gordos de los estudios de cine, así como con los hermanos Kennedy.
En el plano profesional, su apariencia, su voz pausada, una estrategia sugerida por un logopeda para superar la tartamudez, y su sensualidad determinaron los papeles que obtuvo, y la redujeron a un personaje bidimensional que se adaptaba principalmente a las fantasías masculinas. Sin embargo, hoy en día se la ve con otros ojos: las mujeres de los años 50 simplemente no tenían suficiente poder para dictar sus condiciones.
Monroe acabó siendo adoptada como ícono por el grupo más inesperado: las feministas. Inicialmente se la puso como ejemplo de por qué el feminismo era necesario para contrarrestar la explotación sexual y la cosificación de las mujeres, pero entretanto se le reconoce que se mantuvo firme y se adelantó a su tiempo.
Abriendo sendas
Mucho antes de que la directora general de Facebook, Sheryl Sandberg, instara a las mujeres a “abrir sendas y reclamar el lugar que les corresponde en el lugar de trabajo”, Monroe ya lo había hecho hace décadas. Contratada por la Twentieth Century Fox, se había cansado de los papeles de “rubia tonta” y quería tener más voz en los guiones y los papeles que le daban. “Una actriz no es una máquina”, dijo una vez al escritor de la revista Life Richard Meryman, “pero te tratan como tal”.
Denunció casos #MeToo
En “Los lobos que he conocido”, un artículo del que fue autora para el número de enero de 1953 de la revista Motion Picture and Television Magazine, denunció el acoso sexual que cundía entonces en Hollywood.
Al describir a los hombres de la industria, la entonces joven Monroe, de 27 años, escribió: “Hay muchos tipos de lobos. Algunos son siniestros, otros son simplemente juerguistas que intentan conseguir algo a cambio de nada y otros lo convierten en un juego”.
Joan Collins, famosa por interpretar a Alexis Carrington-Colby en la exitosa serie televisiva de los años 80 Dinastía, contó en la televisión británica en 2017 cómo Monroe le había advertido una vez, cuando era una actriz novata en Estados Unidos, sobre los peligros del trabajo: “Me dijo: ‘Ten cuidado con los lobos de Hollywood, cariño… si no consiguen lo que quieren, te quitarán el contrato'”.
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